30 líneas #bookreview


El libro de Guillermo, “30 para ser feliz a los 30” me sorprendió.

Los últimos veinte años leí, no pocos, libros de autoayuda-psicología etc. Psicología cognitiva, positiva, de creatividad, de fluir, de escribir mejor, de hacer una tesis, de relaciones, de ganar tu vida, de inteligencia sentimental, una lista sin fin.

Sin embargo, el libro de Guillermo, fue bastante distinto.

Lo leí todo.

Claro sin seguir un orden, del primer capítulo al último y de todas combinaciones.

Me han encantado muchas cosas.

Siempre nos extraña lo que ignoramos.

Escribir en primera persona.

Leer un libro dicen que es, frecuentemente, una conversación con el autor.

Sabía que Guillermo dibujaba bien.

Así que casi nunca le había “escuchado” tanto.

Y fue magnífico este mono[dia]logo a pesar que faltaban los bares madrileños y las cañas.

Los 30 puntos ocultos

Desde luego, en ello, destaca su generosidad y apertura.

Exteriorizar para tener conciencia y compartir lo aprendido, dice.

Pero en este caso se aprende con un ritmo.

Un libro de 30 capítulos y luego cada capítulo lleva un ritmo propio.

No eran solamente frases cortas que marcaban un ritmo.

Quizás cada capítulo se descompone en otros 30 puntos de partida.

Encontre solo algunos que me fascinaron: una confesión personal, un fenómeno, una opinión,referencias en psicología, un giro en la opinión principal, experimentos, un aforismo, para mencionar algunos.

Estos 30 puntos ocultos en cada artículo ofrecen muchas sorpresas y dan también un ritmo en constante cambio.

De un punto a otro más sorprendente, se escribe en un ritmo que rompe las estructuras de “principio y fin” y sobre todo las que defienden y desarrollan una sola opinión o argumento.

De capítulo a capítulo, sin orden, una diversidad de conocimiento se comparte convirtiendo la disciplina del autor en una lectura ligera y densa a la vez donde sobre todo destaca el valor de aceptar el ser múltiple, convivir con nuestras multiplicidades y las de los demás.

30 líneas y una pincelada

Hace un par de años Guillermo hizo una buena serie de pinturas llenas de líneas.

Cuando vi que publicaba un libro pensé, “vaya dispersión”.

Sin embargo, ahora entiendo que mi mente ha crecido y está muy influenciado pensando en disciplinas y divisiones del arte.

El libro de los 30 (capítulosaños) -libro de psicología- y los cuadros de las líneas -obra de arte visual- no son dos obras de disciplinas diferentes, sino aspectos de un arte obviamente personal que no encaja en las clasificaciones de un mundo ya viejo.

No olvidaré unos cuadros de Guillermo, hace ya muchos años, que tenían una pincelada de sensibilidad y sinceridad infinita que había nombrado Van-Goghiera. Acaso, ¿las cartas de Van Gohn a su hermano eran 30?

Podéis encontrar el libro y el blog de Guillermo aquí y seguir “los 30″en instagram por aquí

Muy muy recomendado

Anthi

Guillermo Corrella Dekker Religiosidad de Pasillo, 2009

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